Sabemos las consecuencias de un ictus pero no conocemos a qué nos referimos ni qué lo produce. Un ictus es un transtorno de la circulación cerebral, que generalmente se produce de manera brusca.
Existen, fundamentalmente, dos tipos de ictus: isquémico y hemorrágico. La diferencia entre ambos tipos de ictus radica, fundamentalmente, en la causa de esa alteración brusca del flujo de sangre que llega a nuestro cerebro.
ICTUS ISQUÉMICO
El flujo sanguíneo de una vena o arteria cerebral disminuye por la obstrucción de un coágulo. Así, la sangre no llega a una parte del cerebro y el tejido queda dañado.
ICTUS HEMORRÁGICO
Al romperse un vaso cerebral la sangre irrumpe en el cerebro, la entrada de la sangre en el tejido cerebral hace que éste se comprima y se dañe.
REHABILITACIÓN TRAS UN ICTUS
Después de padecer un ictus, la rehabilitación neurológica permitirá que el paciente mejore su estado físico, cognitivo y emocional. La recuperación será mayor en función de la gravedad de la lesión.
Fuente: http://www.neural.es // Feasan