Los anticoagulantes son medicamentos de manejo complejo y estrecho margen terapéutico, y están frecuentemente implicados en eventos adversos relacionados con medicamentos. Por todo ello, son considerados medicamentos de alto riesgo.
Según un estudio realizado en España entre 2010 y 2013 , la incidencia anual de hospitalizaciones por reacciones adversas relacionadas con anticoagulantes aumentó en el periodo estudiado, suponiendo el 6,38% de las hospitalizaciones por efectos adversos relacionados con medicamentos, con una mortalidad del 10%.
Las ventajas de los AVK frente a los ACOD incluyen:
- Amplia experiencia de utilización a largo plazo y familiaridad en su manejo por parte de los clínicos.
- Bajo coste y amplia disponibilidad. A diferencia de los ACOD, están financiados en todas las indicaciones aprobadas.
- Existe antídoto efectivo (vitamina K1 y complejo protrombínico) y amplia experiencia en revertir el efecto anticoagulante. En el caso de los ACOD, solo existe antídoto para dabigatrán.
- Se pueden utilizar en caso de insuficiencia renal grave.
- Su actividad se mide a través del INR, que es indicativo de la adherencia al tratamiento.
- Es posible asegurar que se alcanza el efecto anticoagulante deseado, incluso en pacientes con insuficiencia renal avanzada, pacientes con peso corporal extremo (p. ej. más de 120 kilos) o que toman medicación concomitante que puede interaccionar con el AVK.
- La duración del efecto es más prolongada que la de los ACOD, por lo que la omisión de una dosis es menos problemática.
- Indicados en pacientes con válvulas cardiacas protésicas. Las ventajas de los ACOD frente a los AVK incluyen5,6,8 :
- No requieren control de INR, por lo que suponen una menor carga del tratamiento y menor número de visitas de control para el paciente. Los ACOD son preferibles a los AVK en pacientes que presentan dificultades para el control del INR con AVK.
- Tienen menor riesgo de hemorragia intracraneal (HIC) que los AVK. – Su efecto anticoagulante es inmediato. Con los AVK se requieren entre 3-5 días para alcanzar el efecto anticoagulante, y entre 2-4 semanas para una anticoagulación terapéutica estable con la dosificación «de carga lenta» utilizada habitualmente en FANV. – No tienen interacciones relevantes con los alimentos. – Pueden utilizarse en pastilleros (en el caso de dabigatrán debe estar dentro de su blíster). Los AVK, debido a su dosificación variable, habitualmente no se utilizan en pastilleros.
Fuente:
Revista INFAC: INFORMACIÓN FARMACOTERAPÉUTICA DE LA COMARCA
(ISSN: 1575054-X)