Cuando ingieres un medicamento, éste sigue un recorrido por el interior del cuerpo (absorción, distribución, metabolismo y eliminación). Durante ese camino el organismo lo absorbe y, en principio, lo utiliza en su beneficio. Pero según los alimentos que se ingieran antes, durante o después, este efecto puede verse reducido y producirse un fenómeno llamado farmacocinética. Por ello es muy importante seguir un manual de uso correcto, incluso cuando se trata de fórmulas habituales.
En el caso de los pacientes anticoagulados, comer coles de Bruselas, coliflor, repollo o brécol (de la familia de las crucíferas) puede reducir la eficacia de estos fármacos. Ocurre lo mismo con los alimentos ricos en vitamina K como la remolacha, los guisantes o el té verde.
Los pacientes tienen que adaptar el fármaco a su forma de vida no al revés. se puede comer de todo siempre y cuando se mantenga la comida con los mínimos cambios posibles. Es decir se puede comer verduras de hoja verde y de todo y adaptar el fármaco a tu forma de comer.
Totalmente de acuerdo Juan Manuel! 🙂
Es un poco difícil de hacer, sobre todo para los que sufrimos de Trombofilia y no tenemos el Autocontrol a nuestra disposición porque en Argentina no existen los aparatitos para realizarlo
total mente de acuerdo el farmaco se tiene que adaptar a nuestra alimentacion Ya se entiende que tenemos que hacer una alimentacion sana Que haria sin mi cerveza sin
Estoy de acuerdo.
En esto de los alimentos no se ve que se hayan hecho estudios serios del contenido
en vitamina K. Pues hay informaciones muy contradictorias
Jose, estoy de acuerdo con tu comentario