La Federación Española de Ictus (FEI) quiere concienciar, con motivo del Día Mundial de prevención contra el Ictus, el 29 de octubre, sobre su importancia y la prevención como factor clave.
Carmen Aleix, presidenta de la Federación Española del Ictus (FEI) que agrupa todas las Asociaciones de Pacientes que hay en España. Asegura que estamos ante la primera causa de muerte en la mujer y la segunda en el hombre. Debido al envejecimiento de la población, en los últimos años, se viene observando un ligero ascenso de la incidencia del ictus. Las tasas se multiplican por 10 en mayores de 75 años.
El Dr. Jaime Gállego, coordinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología (GEECV) y Jefe del Servicio de Neurología del Complejo Hospitalario de Navarra; sostiene que se podrían evitar hasta el 80% de los casos, si se contorlan los factores de riesgo, como son la hipertensión arterial, diabetes, enfermedades cardíacas, apnea del sueño, obesidad y hábitos de vida nocivos, entre otros.
El ictus, es la causa más frecuente de ingreso en un servicio de neurología. Según datos del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología, se estima que cada año 130.000 personas sufren un ictus en España, provocando la muerte en un 30% de los casos y una discapacidad grave en el 40%. Aunque suele afectar a personas mayores, también puede producirse en jóvenes.
Los expertos aseguran que se ha reducido la mortalidad por ictus, gracias a un mayor conocimiento de la enfermedad, a las medidas más eficaces de prevención, a la implantación del código ictus y al tratamiento preventivo y rehabilitador.
Existen dos grupos de factores de riesgo vascular:
- No se puede tomar ninguna medida preventiva: La edad, el sexo y la historia familiar.
- Factores modificables: hipertensión arterial, cardiopatías, fibrilación auricular, la diabetes, la hipercolesterolemia, la obesidad o el tabaquismo-
El Dr. Gállego apunta “es fundamental que el paciente y las personas que lo rodean puedan conocer de inmediato los síntomas de alarma de un ictus para activar el Código Ictus y proceder a su traslado a un centro hospitalario debidamente preparado. Se debe continuar con el proceso aunque los síntomas desaparezcan”.
Los síntomas de alarma puede ser:
- La pérdida de fuerza de la mitad del cuerpo
- Trastorno repentino del lenguaje
- Pérdida de sensibilidad
- Pérdida de visión en uno o ambos ojos
- Pérdida brusca de la estabilidad y del equilibrio
- Dolor de cabeza intenso.
Cabe destacar sobre las consecuencias de esta enfermedad. Más de un 40% de los pacientes que la padecen, deben iniciar rehabilitación a causa de las alteraciones motoras, sensitivas, visuales, trastornos del habla, y trastornos neuropsicológicos como depresión, apatía, pérdida de memoria… que puede ocasionar”.
Carmen Aleix, presidenta de la FEI, sostiene que las asociaciones de pacientes tienen que informar a los pacientes adecuadamente para que sean conscientes de que el tratamiento no termina con el alta hospitalaria, sino que hay que seguir mejorando con la ayuda de fisioterapia, logopedia, psicología o terapia ocupacional en función de las necesidades de cada uno.
La presidenta de la FEI asegura que “algunas Administraciones han cerrado Unidades de Ictus en los hospitales en los últimos meses y otras las mantienen con el personal mínimo, por lo que no todos los pacientes reciben la rehabilitación hospitalaria necesaria y son dados de alta antes de tiempo”. En su opinión “la adecuada implantación de las Unidades de Ictus necesarias supondría un ahorro importante al Sistema Nacional de Salud”.