La anticoagulación oral, indicada para prevención de complicaciones embólicas, genera dudas entre pacientes y familiares por la dificultad en el control del INR(1) y por los posibles riesgos de complicaciones hemorrágicas. Una buena orientación y algunas precauciones pueden facilitar al adecuado control del medicamento y disminuir sus inconvenientes.
El anticoagulante es una clase de medicación que actúa dificultando la coagulación de la sangre, previniendo así la formación de coágulos que podrían llevar a complicaciones como embolia cerebral, pulmonar o un infarto del miocardio. En nuestro medio se utiliza habitualmente el tratamiento con dicumarínicos, siendo la principal marca comercializada el Sintrom®.